¡Hola amigos!
Soy Diana Stroe J Sí, aquí estoy de nuevo. Os escribo un poco tarde, pero creo que ahora
es el momento oportuno, ya que se ha acabado el primer cuatrimestre
universitario y tengo un poco de tiempo, ya que estamos en “vacaciones”.
Ahora sí que os voy a describir un poco lo que es el Grado de Enfermería por
dentro y tengo muchas experiencias para contar (de forma resumida, tranquilos)
que os pueden resultar interesantes y os ayudarán si queréis cursar este grado.
Primero os dejo
una foto de mi Facultad, de la llamada “La casa de los Lacasitos”:
Para empezar, la
Enfermería es una carrera dura. Lo siento, pero esos que la llaman “segundo
Magisterio” se equivocan… y mucho. El primer año, al menos desde mi punto de
vista, es como el de Medicina (excepto algunas asignaturas) y hay que trabajar
y estudiar todos los días si quieres sacártela. Y otro punto a tener en cuenta
es la vocación. La Enfermería es una disciplina del campo de la salud tan
importante como la medicina y por ello se necesita dedicación y sacrificio (no
solo como profesional, sino también como estudiante), paciencia y, sobre todo,
una voluntad tremenda de ayudar a los demás. Los enfermeros, tal y como dice mi
profesora de fisiología (enfermera también) son los que más se relacionan con
los pacientes y los que intentan animarlos y apoyarlos en los momentos más
difíciles. “Ayudar a los demás, con lo que sea”: este es el lema de los
enfermeros.
En cuanto a
asignaturas, en el primer año hay 10: cinco en el primer cuatrimestre y cinco en
el segundo. Yo me voy a centrar sobre todo en las que acabé este mismo martes
(y de las que me examinaré nada más acaben las vacaciones). Tengo Fisiología
Humana, Microbiología, Anatomía Humana, Bioquímica y Bioestadística y las pongo
en este orden según el grado de dificultad que me parece que tienen (de más a
menos). La Fisiología es un mundo y si me apuntaría todas las palabritas raras
que hay que saberse, creo que elaboraría un bonito diccionario. La
Microbiología… ¿qué decir? Me he aprendido más de 80 nombrecillos de “bichos”
(en latín) y las enfermedades que producen y la verdad asusta un poco… creo que
voy a dejar de comer carne, y verduras, y leche… vale, mejor no hacerles caso
;). Las otras son un poco más fáciles de
entender, aunque también hay mucho temario (y aquí haré hincapié en Anatomía),
pero una vez te pones a estudiar, es fácil. En verdad creo que aquí reside la
dificultad de estas carreras tan maravillosas, las de las Ciencias de la Salud:
hay mucho temario y hay que sabérselo bien, porque, al fin y al cabo, nuestro
“material de trabajo” son las vidas de las personas.
Bueno, os he
asustado bastante. Aquí viene la parte bonita de todo esto: he aprendido mucho
desde el punto de vista profesional… ¡pero también personal! Tanto de los
profesores como de los alumnos. Las prácticas son geniales y te hacen
sumergirte de verdad en la rutina del hospital. Hacer EGC
(electrocardiogramas), sacar sangre, tomar la tensión manualmente, con
esfigmomanómetro y fonendoscopio (sí, así
de raro se llaman en verdad los tradicionales tensiometro y estetoscopio) y
hacer RCP (reanimación cardiopulmonar) son solo unos cuantos ejemplos de las
prácticas que se llevan a cabo en esta carrera. Las otras las descubriréis
vosotros mismos, no os quiero quitar la ilusión J . También hay muchas prácticas de
laboratorio, entre ellas “criar” bacterias, que van muy bien para los que se
quieren dedicar a la investigación, en un futuro.
También os he
dicho que he aprendido mucho desde el punto de vista personal. Bueno, pues sí.
Y aquí va el mérito de mis compañeros. Tengo en mi clase a personas que me han
enseñado lo que es de verdad luchar por un sueño, lo que es la constancia. Al
tratar en los grupos de trabajo con gente de 24 años, que se han sacado Selectivo por su cuenta; con padres de bebés que tienen que cuidarlos las 24
horas (la verdad, yo no sé cuándo estudian); con madres de hijos mayores que
yo… me he dado cuenta de lo pequeños que son mis problemas y que si de verdad
quieres conseguir algo, no importa ni el tiempo ni el lugar, ¡tan solo hay que
luchar! Ellos me ayudan todos los días, me dan consejos para la vida de sus
experiencias… pero lo que más nos une es nuestro amor por las personas que nos
rodean y la necesidad de hacerles la vida un poquito mejor. Eso sí, también hay
“cerebritos” que han entrado con notas de 13 en la carrera y “listillos” que se
lo saben todo… pero esto pasa en cualquier carrera, ¿no?
En fin, había
dicho que esto era un “resumen”… así que acabo ya con mi consejo de siempre: 'Resistir, no desistir'. La vida no es ese plan que te haces de pequeño y que
debes seguir paso a paso, porque, sino no tienes el futuro que esperabas. La
vida es improvisar por el camino, dar lo mejor de ti, pero si no te sale bien,
no importa. Lo mejor del éxito es el fracaso que has superado para llegar a
este punto. Yo he aprendido mucho de esta experiencia y al no haber entrado en
la carrera que yo quería (y sigo queriendo), me ha hecho luchar con más fuerzas
para conseguirlo. Ahora más que nunca quiero estudiar Medicina, aunque tengo
que reconocer que la Enfermería es una carrera y una profesión impresionante
también.
En conclusión, el
Grado en Enfermería (al menos en la UJI), es un grado que requiere esfuerzo,
pero que se compensa con la satisfacción del conocimiento y el sentimiento de
formar parte de un gran equipo de profesionales, de compartir tus ideales con
otras personas de diferentes edades y de hacer lo que te gusta. Como diría un
amigo mío: “Ser auxiliar, enfermero/a o médico es mucho más que una profesión:
es una actitud y una forma de vida.”
Con esto me
despido ya, pero con la promesa de que volveré con más entradas. Si necesitáis
alguna información extra no dudéis en contactarme. Estaría encantada en ayudar
en lo que pueda a la gente que lo necesite, ya sea con consejos, aclaraciones e
incluso apuntes J
¡Un abrazo para
todos!
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