Hola. Mi nombre es Diana
Elena Stroe y soy estudiante universitaria en la UJI, en 1º de Enfermería. Por
lo visto soy la primera en “atreverme” a escribir J
Primero quiero agradecer
al coordinador de este blog, a Aureli Sánchez, por la oportunidad que nos brinda de compartir
nuestra experiencia con los que la puedan aprovechar y de conocer las historias
de otras personas con las que compartimos un pedacito de nuestras vidas, una
experiencia común.
Yo llegué al instituto
I.E.S. Llombai en 3º de la ESO, pero los años más importantes de mi vida
estudiantil en este centro fueron, sin duda, los dos años de Bachillerato. En
esos dos años han pasado muchas cosas. Más de las que os podéis imaginar, pero
he contado con un gran “equipo” de compañeros y profesores que me han apoyado
en todo momento y han colaborado en mi progreso educacional.
Antes que nada, quiero
recalcar que a principios de 1º de Bach. (científico) me enamoré del campo de
las Ciencias de la Salud y en especial de la Medicina y eso gracias a la profesora
de Biología de ese año, Gema Bort, y a los otros profesores de ciencias que me demostraron
con su pasión profesional, lo fascinante que es conocer y entender los procesos
de la vida y, sobre todo, los de nuestro cuerpo. A medida que avanzó el curso,
empecé a conocer mejor a mis compañeros, con los que he logrado establecer un
vínculo para siempre, muchos de ellos convirtiéndose en mis mejores amigos.
Aunque estuve en una clase mixta, es decir, donde habían tanto alumnos de letras
como de ciencias, logramos superar las típicas diferencias que aparecen entre
estas dos ramas y comenzamos a colaborar y ayudarnos mutuamente. Y así, poco a
poco, llegamos al final del curso, unos aprobándolo todo, otros no tanto… pero,
a principios de 2º estábamos todos otra vez, como por arte de magia J
2º de Bachillerato: el
curso más temido por todos. Apuntes interminables, 4 exámenes por día, el
estrés de “acabarlo todo hasta mayo”, concentración 100%, comentarios de texto…
¡Ah sí, y la continua referencia a la “monstruosa” Selectividad! Yo
personalmente recuerdo que estaba muy nerviosa, porque sabía que de ese examen
dependía mi futuro (aunque todos me decían que “no es para tanto”), o mejor
dicho, mi entrada en la Universidad y al grado que quería. Para medicina, el
año pasado, la media de corte (en la Universidad de Valencia, donde yo quería
entrar) se quedó en torno a un 12.60. ¡Pero era mi sueño y tenía que lograrlo!
Los que me conocen saben
que para mí este sueño se convirtió en mi objetivo principal y solo pensaba en
cómo llegar hasta allí. Y así estudié todo lo que estuvo en mi mano para
sacarme 2º con la mejor nota. Dormí poco (cosa que no os lo aconsejo) y estudié
mucho, pero al final, aunque podría haberlo hecho mejor aún, acabé con un 9 de
media el curso, ¡y tuve el privilegio de estar entre los llamados (por mi
tutora) “chicos/as matrícula”! Me sentí verdaderamente satisfecha con mis
esfuerzos y un poquito más cerca de la Medicina.
Y entonces llegó
Selectivo y acabó con mis planes. No es por asustar, pero creo que mi problema
fue que me lo tomé con demasiada calma o algo así, no sé, y, aunque los
exámenes me parecieron fáciles, no logré conseguir la media que pedían para
Medicina (ni en Valencia, ni en Castellón-UJI…) quedándome con un 10.90. No es
muy agradable explicar lo que sentí en esos momentos, pero la sensación de estar
tan cerca de mi objetivo y, de repente, perderlo todo, fue terrible. Fui
testigo de como todos conseguían lo que querían, iban entrando en sus carreras,
en las Universidades que querían… menos yo. Y eso fue muy difícil de superar y
la verdad es que también me es difícil de decirlo hoy por aquí, pero creo que
si hay o habrá personas en una situación semejante a la mía, deberían entender
que nunca es bueno desistir y aunque habéis caído, siempre debéis levantaros. Y
eso es lo que hice yo J
Empecé a buscar vías
alternativas y en Julio me presenté otra vez a Selectividad, con la parte
específica y la general, para subir nota. Mientras algunos disfrutaban de la
playa y del descanso, yo empecé a
estudiar todo de nuevo. Pero no podía abandonar lo que más me hace feliz en la
vida: ayudar a las personas, cuidarlas, mejorar en lo que pueda su vida, SER
MÉDICO. Y la segunda vez fue diferente. Conseguí subir mi nota hasta un 11.75,
pero en la Comunidad Valenciana solo hay una convocatoria para la
preinscripción universitaria, así que yo presenté mi solicitud con la primera
nota y entré en el Grado de Enfermería. Y allí sigo, aunque quiero cambiarme el
año que viene a medicina como sea y, recientemente, he averiguado cómo hacerlo
sin perder este año, matriculándome directamente en segundo de medicina. ¡Y todo esto gracias a un amigo, una persona genial que me lo ha
explicado todo!
Bueno creo que me he
alargado ya bastante y no sé cuántos de los que visiten este blog tendrán la
paciencia de leer todo esto hasta el final, pero si hay alguien que está en mi
situación, puede que esto le sirva de ayuda para motivarle a seguir luchando,
porque siempre hay una vía alternativa para volver por el camino que decides y
quieres llevar.
Gracias por la atención y
a los organizadores por hacer posible la publicación de mi historia.
Un saludo a todos,
Diana Stroe.
En primer lloc vull donar-te les gràcies per ser la primera en participar en el bloc. Sempre costa fondre el gel i no és fàcil. També vull desitjar-te sort en la carrera d'infermeria i segur que acabes fent medicina.
ResponEliminaSegur que la teua experiència és molt útil i encoratjadora per a molts alumnes actuals de batxillerat que volen fer medicina, que saben que és difícil, que hi ha que fer-ho quasi tot perfecte, però que veuen que sempre es poden obrir nous camins en aquesta vida. La idea de lluitar per això que vols, que reflexa la teua entrada, em pareix fantàstica.
Espere que Nacho Boira ens comente més en aquest bloc sobre com acabar en medicina encara que no entres a la primera.
Diana, espere que en properes entrades ens expliques com és la carrera d'infermeria per dins. Així que espere llegir-te prompte.